jueves, 22 de febrero de 2018

EL SACRIFICIO DEL CIERVO SAGRADO de Yorgos Lanthimos

EL PESO DE LA CULPA

Premiado con la Palma de Oro al mejor guión (compartido con Lynne Ramsay por You Were Never Really Here) en mayo pasado durante el desarrollo del Festival de Cannes, el guionista y director griego aparece en el firmamento cinematográfico como uno de los más destacados directores jóvenes del cine moderno.

Con 6 obras en su haber, la mayoría de ellas estrenadas en Argentina en festivales o semanas de estrenos especiales, éste es su primer estreno en salas comerciales. Estamos ante un autor, un guionista que generalmente comparte sus guiones, y director de cine. Sus temas son contemporáneos y en su mayoría se refieren a los problemas de la pareja y de la familia moderna.

Debo decir que la decepción ante esta primera película suya fue grande. El film me pareció grandilocuente, afectado, carente de espontaneidad, con cierta tendencia operística, una grandilocuencia que poco tiene que ver con la historia que narra. Aunque por otro lado, debe reconocerse que Lanthimos es un director exquisito, su fotógrafo Thimios Bakatakis sabe del manejo de cámaras, y maneja espléndidamente la luz, el guión está bien escrito, y la actuación de los interpretes principales: Colin Farrel y Nicole Kidman, como así también el conjunto de adolescentes que los acompañan, son notables.

El problema principal es el lento ritmo impuesto por Lanthimos a la narración que naufraga entre una mezcla de comedia familiar aderezada con toques de suspenso y horror, con los que el director trata de describir, por un lado, la precariedad de las relaciones que sostienen la actual familia moderna, y por otro, el desarrollo de un complejo de culpa en el padre de familia que arrastra al resto de la familia.

La crítica del cineasta griego se concentra en el materialismo de la vida moderna. La familia del Dr. Stephen Murphy lo tiene todo. Viven en un barrio de clase acomodada en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos. La casa donde habitan con sus dos hijos es amplia y moderna. Su mujer Ana es también una profesional exitosa. Sus hijos concurren a escuelas caras y parecen adolescentes normales. Pero todo ese bienestar no alcanza para lograr la completa felicidad.

En el camino del Dr. Murphy se interpondrá un hecho inesperado que lo colocará frente a la culpa. Un error profesional le provocará un trauma que modificará su conducta, lo cual terminara afectando a toda la familia.

El problema de Lanthimos, y por consecuencia del film, es que con una mirada esencialmente humanista trata de observar comportamientos sociales complejos de una sociedad que claramente no es la suya dando lugar a comportamientos individuales que presentan soluciones que solo parecen tener sentido en el plano de la abstracción, lejos de las leyes sociales establecidas pero cercanas a leyes arcaicas como la ley del Talión.

En consecuencia, el film del griego, aparece como una obra fría y pretenciosa, con claras intenciones morales y juzgatorias de toda una sociedad (la americana) que no solo pone énfasis en el desarrollo de un materialismo práctico sino que también es participe de la idea de que el fin justifica los medios.


Esta mirada que describe el film no solo lo aleja de la realidad social, sino que unida al encierro que propone en la propia casa del protagonista, lejos está de provocar un mea culpa. Por el contrario, genera un gran guignol de características operísticas que desinfla toda intención de reflexión y análisis.

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