RECUERDOS DE LA NIÑEZ
Aclaremos que esta Roma no es la capital italiana sino un
barrio de clase media alta de la ciudad de México. Es el barrio donde nació y
se crió Alfonso Cuarón, el aclamado director de esta película, también
responsable de algunas otras tan diversas como la intimista Y Tu Mamá También
(20011), la impersonal Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004), la
desesperanzada Hijos del Hombre (2006), y la brillante y entretenida odisea
espacial llamada Gravity (2013), por la que Cuarón fue reconocido como mejor
director del año por la Academia de Hollywood.
Cuarón ha dado pruebas de sus destrezas narrativas en cada
una de las películas mencionadas, pero en Roma, la particularidad de su cine
alcanza una altura superlativa dado que logra que sus imágenes se expresen por
sí mismas, a la vez que pareciera querer recuperar el espíritu documentalista y
a la vez de homenajear al neorrealismo italiano, aquel de De Sica, donde la
historia personal sobresalía como un ejemplo de la problemática colectiva.
Roma está compuesta por una serie de recuerdos en un
momento particular de su infancia, aquel relacionado con la decisión de la
separación y divorcio de sus padres. Pero el film no está contado desde su
propio punto de visto, sino de desde uno muy diferente que es el de una mucama
que trabajaba en su casa, Cleo magníficamente interpretada por Yalitza
Aparicio.
El cambio del punto de vista es un primer acierto
importante en la película dado que logra distanciarse del propio problema
familiar y enfatiza en la cuestión de clase, aún vigente en México y en la
mayor parte de Latinoamérica, heredada de la conquista española, y que Cuarón simboliza
en la disposición de la casa familiar, donde los límite entre familia y
personal de servicio aparecen claramente a través de una galería que separa la
casa del patio y una escalera que conduce a las habitaciones del servicio.
Aunque en honor a la verdad, en la casa de los Cuarón, familia y servidumbre se
presentan integrados de tal manera que esta cuestión pareciera haber sido superada
años atrás.
El director construye su película valiéndose de planos
secuencias de diferentes duración logrando algunos momentos antológicos como el
principio de la película, donde no solo se presenta a los personajes que
componen el ámbito familiar sino que se presenta la casa misma. Todo un símbolo
de la convivencia familiar, marcando estamentos parecido a la de la propia
sociedad mexicana. Otra escena ejemplar es el parto de Cleo, filmado con una
cámara fija donde en un primer plano se ve la madre ansiosa por ver a su hijo, mientras
en un segundo plano, médico y enfermera se desviven para darle vida a la
criatura. Otra escena notable en filmada en plano secuencia trascurre en la playa
en la que el propio Alfonso se deja llevar por las olas haciéndose dificultosa
su salida ante la desesperación de su madre. Lo mismo ocurre en la escena de la
revolución, cuando las dos mujeres se refugian en un comercio mientras la
violencia estalla en las calles. Cuarón utiliza la profundidad de cuadro filmando
la desesperación de las dos mujeres con sentido dramático mientras la banda
sonora deja escuchar los disturbios violentos que se están registrando en la
calle.
Roma es un film para la contemplación. Envuelve al
espectador como en un sueño. Lo transporta al pasado y hasta lo sitúa en su propia
infancia. Lo deja asombrado con esa capacidad técnica puesta al servicio del
arte de contar una historia en simples imágenes donde todo ocurre en el cuadro.
Realmente lo que se dice un “capolaboro”.
También es un film que deja espacio para la
discusión. No pasará inadvertido. Puede verse como un gusto
personal de Cuarón tanto como una lección de cine con mayúsculas, un análisis
social desde el punto de vista de una niñera de clase alta, o un homenaje al
neorrealismo italiano. Acepta la discusión? Si, porque deja mucha tela para
cortar.
Además, me interesa enfatizar en un punto extra
cinematográfico en particular. Esta película llega a Buenos Aires a un solo
cine con horarios muy restringidos. Considero esto como una verdera pena. Soy
un espectador cinematográfico, amo las salas de cine. Lo de Netflix parece
egoísta. ¿Tendrá que ver con razones comerciales?
¿Qué llevó a Netflix a producir una película tan cercana a los riesgos
comerciales? ¿Acaso los distribuidores locales no han querido pasarla?
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