lunes, 17 de diciembre de 2018

ROMA de Alfonso Cuarón


RECUERDOS DE LA NIÑEZ


Aclaremos que esta Roma no es la capital italiana sino un barrio de clase media alta de la ciudad de México. Es el barrio donde nació y se crió Alfonso Cuarón, el aclamado director de esta película, también responsable de algunas otras tan diversas como la intimista Y Tu Mamá También (20011), la impersonal Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004), la desesperanzada Hijos del Hombre (2006), y la brillante y entretenida odisea espacial llamada Gravity (2013), por la que Cuarón fue reconocido como mejor director del año por la Academia de Hollywood.

Cuarón ha dado pruebas de sus destrezas narrativas en cada una de las películas mencionadas, pero en Roma, la particularidad de su cine alcanza una altura superlativa dado que logra que sus imágenes se expresen por sí mismas, a la vez que pareciera querer recuperar el espíritu documentalista y a la vez de homenajear al neorrealismo italiano, aquel de De Sica, donde la historia personal sobresalía como un ejemplo de la problemática colectiva.

Roma está compuesta por una serie de recuerdos en un momento particular de su infancia, aquel relacionado con la decisión de la separación y divorcio de sus padres. Pero el film no está contado desde su propio punto de visto, sino de desde uno muy diferente que es el de una mucama que trabajaba en su casa, Cleo magníficamente interpretada por Yalitza Aparicio.

El cambio del punto de vista es un primer acierto importante en la película dado que logra distanciarse del propio problema familiar y enfatiza en la cuestión de clase, aún vigente en México y en la mayor parte de Latinoamérica, heredada de la conquista española, y que Cuarón simboliza en la disposición de la casa familiar, donde los límite entre familia y personal de servicio aparecen claramente a través de una galería que separa la casa del patio y una escalera que conduce a las habitaciones del servicio. Aunque en honor a la verdad, en la casa de los Cuarón, familia y servidumbre se presentan integrados de tal manera que esta cuestión pareciera haber sido superada años atrás.

El director construye su película valiéndose de planos secuencias de diferentes duración logrando algunos momentos antológicos como el principio de la película, donde no solo se presenta a los personajes que componen el ámbito familiar sino que se presenta la casa misma. Todo un símbolo de la convivencia familiar, marcando estamentos parecido a la de la propia sociedad mexicana. Otra escena ejemplar es el parto de Cleo, filmado con una cámara fija donde en un primer plano se ve la madre ansiosa por ver a su hijo, mientras en un segundo plano, médico y enfermera se desviven para darle vida a la criatura. Otra escena notable en filmada en plano secuencia trascurre en la playa en la que el propio Alfonso se deja llevar por las olas haciéndose dificultosa su salida ante la desesperación de su madre. Lo mismo ocurre en la escena de la revolución, cuando las dos mujeres se refugian en un comercio mientras la violencia estalla en las calles. Cuarón utiliza la profundidad de cuadro filmando la desesperación de las dos mujeres con sentido dramático mientras la banda sonora deja escuchar los disturbios violentos que se están registrando en la calle.

Roma es un film para la contemplación. Envuelve al espectador como en un sueño. Lo transporta al pasado y hasta lo sitúa en su propia infancia. Lo deja asombrado con esa capacidad técnica puesta al servicio del arte de contar una historia en simples imágenes donde todo ocurre en el cuadro. Realmente lo que se dice un “capolaboro”.
También es un film que deja espacio para la discusión. No pasará inadvertido. Puede verse como un gusto personal de Cuarón tanto como una lección de cine con mayúsculas, un análisis social desde el punto de vista de una niñera de clase alta, o un homenaje al neorrealismo italiano. Acepta la discusión? Si, porque deja mucha tela para cortar.

Además, me interesa enfatizar en un punto extra cinematográfico en particular. Esta película llega a Buenos Aires a un solo cine con horarios muy restringidos. Considero esto como una verdera pena. Soy un espectador cinematográfico, amo las salas de cine. Lo de Netflix parece egoísta. ¿Tendrá que ver con razones comerciales? ¿Qué llevó a Netflix a producir una película tan cercana a los riesgos comerciales? ¿Acaso los distribuidores locales no han querido pasarla?

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