HISTORIA DE UN VIAJE INICIÁTICO
Hace unos tres años, en oportunidad del estreno de su película
anterior, La Amiga del Parque, subrayé algunas de las características que para mí
definía aquella película, e incluso, el cine de Ana Katz: un clima inquietante,
la prolija realización, las escenas cortas y significativas.
Ahora estamos ante su nuevo trabajo: Sueño Florianópolis,
una comedia de tipo familiar que nos depara el relato de unas movidas
vacaciones situadas en aquel lugar durante la década pasada. Todo en la película
parece encontrarse al borde del estallido aunque la directora y guionista, con
suma delicadeza y pulso firme, vuelve a manejar con sutileza esa atmosfera
cargada de amenazas para que ese inexorable turning point en el que se
encuentran sus protagonistas que entre otras cosas determina el desgaste propio
de una pareja, el paso de los hijos de la adolescencia a la adultez, la
aparición del fantasma del nido vacío, resulte todo un proceso cargado de
suspenso donde cada escena parece provocar un nuevo estallido aunque solo sea
un paso más en la liberación de ataduras que simplemente genera el propio
proceso de las vacaciones.
Katz también parece hablar de otras cosas. Si bien su
mirada sobre la vida parece ser la de un proceso, también es cierto que ella observa
una lógica que es la ocurrencia permanente del “hecho inesperado”. Es como si
el factor sorpresa tuviera una mano invisible que fuera determinando puntos de
cambio en el relato donde cada uno de los destinos de los protagonistas se ve
en la necesidad de elegir o determinar el camino que debe seguir.
Sueño Florianópolis es una nueva joyita de esta interesante
autora y directora argentina que transita la comedia con comodidad pero también
con suma sutileza, narrando las vacaciones de una familia por primera vez en un
país extranjero (la presencia de lo extraño), a la que todos van con propósitos
muy diferentes aunque la familia solo se vea como tal en la primera escena en
el auto con papá y mamá ocupando los asientos delanteros y los hijos “adolescentes”
los traseros.
Con el correr de los días, el sueño de las vacaciones
familiares se comenzará a desintegrar en función de las propias necesidades
personales. Al final de las vacaciones, todo habrá cambiado y seguramente, sus
destinos también.
Desde el inicio mismo del film, donde el auto se queda sin
nafta en medio de una ruta desierta, y en cada una de las escenas que
desarrolla la directora, aparecerá un elemento que provoca incertidumbre y
temor. Como una constante que recalca la idea de amenaza, como advirtiendo que
todo camino está lleno de obstáculos y dificultades y que es la propia voluntad
humana aquella capaz de salvarlos para llegar a la meta deseada.
Acompañada de un elenco con participación brasileña (Andrea
Beltrao, Merco Rica y Caio Horowicz), Mercedes Morán luce en el papel de una psicóloga
encerrada entre el desgaste de su propio matrimonio y la amenaza del nido vacío
que determina las conductas independentistas de sus hijos que van dejan do de
ser adolescentes.
Gustavo Garzón también está muy compenetrado en su papel
del esposo, también psicólogo, que entiende la situación, pero que la realidad
lo supera y se siente impotente de hacer algo más ante el deterioro que ha
sufrido la pareja.
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