miércoles, 30 de enero de 2019

SUEÑO FLORIANOPOLIS de Ana Katz

HISTORIA DE UN VIAJE INICIÁTICO

Hace unos tres años, en oportunidad del estreno de su película anterior, La Amiga del Parque, subrayé algunas de las características que para mí definía aquella película, e incluso, el cine de Ana Katz: un clima inquietante, la prolija realización, las escenas cortas y significativas.

Ahora estamos ante su nuevo trabajo: Sueño Florianópolis, una comedia de tipo familiar que nos depara el relato de unas movidas vacaciones situadas en aquel lugar durante la década pasada. Todo en la película parece encontrarse al borde del estallido aunque la directora y guionista, con suma delicadeza y pulso firme, vuelve a manejar con sutileza esa atmosfera cargada de amenazas para que ese inexorable turning point en el que se encuentran sus protagonistas que entre otras cosas determina el desgaste propio de una pareja, el paso de los hijos de la adolescencia a la adultez, la aparición del fantasma del nido vacío, resulte todo un proceso cargado de suspenso donde cada escena parece provocar un nuevo estallido aunque solo sea un paso más en la liberación de ataduras que simplemente genera el propio proceso de las vacaciones.

Katz también parece hablar de otras cosas. Si bien su mirada sobre la vida parece ser la de un proceso, también es cierto que ella observa una lógica que es la ocurrencia permanente del “hecho inesperado”. Es como si el factor sorpresa tuviera una mano invisible que fuera determinando puntos de cambio en el relato donde cada uno de los destinos de los protagonistas se ve en la necesidad de elegir o determinar el camino que debe seguir.
Sueño Florianópolis es una nueva joyita de esta interesante autora y directora argentina que transita la comedia con comodidad pero también con suma sutileza, narrando las vacaciones de una familia por primera vez en un país extranjero (la presencia de lo extraño), a la que todos van con propósitos muy diferentes aunque la familia solo se vea como tal en la primera escena en el auto con papá y mamá ocupando los asientos delanteros y los hijos “adolescentes” los traseros.

Con el correr de los días, el sueño de las vacaciones familiares se comenzará a desintegrar en función de las propias necesidades personales. Al final de las vacaciones, todo habrá cambiado y seguramente, sus destinos también.

Desde el inicio mismo del film, donde el auto se queda sin nafta en medio de una ruta desierta, y en cada una de las escenas que desarrolla la directora, aparecerá un elemento que provoca incertidumbre y temor. Como una constante que recalca la idea de amenaza, como advirtiendo que todo camino está lleno de obstáculos y dificultades y que es la propia voluntad humana aquella capaz de salvarlos para llegar a la meta deseada.

Acompañada de un elenco con participación brasileña (Andrea Beltrao, Merco Rica y Caio Horowicz), Mercedes Morán luce en el papel de una psicóloga encerrada entre el desgaste de su propio matrimonio y la amenaza del nido vacío que determina las conductas independentistas de sus hijos que van dejan do de ser adolescentes.

Gustavo Garzón también está muy compenetrado en su papel del esposo, también psicólogo, que entiende la situación, pero que la realidad lo supera y se siente impotente de hacer algo más ante el deterioro que ha sufrido la pareja.

Otro notable film de Ana Katz que la sitúa entre las directoras más interesantes de la actualidad cinematográfica argentina, dotada de una pluma muy creativa y herramientas cinematográficas que le permiten narrar con fluidez y mucho sentido del humor provocando entretenimiento de interés y calidad

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