sábado, 31 de agosto de 2019

POR LA GRACIA DE DIOS de Francois Ozon


LEJOS DE SEÑOR, CERCA DE LA INFAMIA

Francois Ozon es un prolífico cineasta francés autor de una obra con algunos altibajos pero nunca carente de interés. En esta oportunidad, se ha presentado en la Argentina su último trabajo, Por la Gracia de Dios, reciente ganador del festival de Berlín 2019.

El film es un drama que sigue a un grupo de hombres que se unen para dar a luz el código de silencio que durante años protegió a un sacerdote que abusó decenas de niños en un campamento de una escuela religiosa en Francia hace más de 30 años.

Basado en los sucesos que dieron lugar a la condena del cardenal Philippe Barbarin, en Lyon, en 2018 por ocultar la conducta del padre Bernard Preynat, POR LA GRACIA DE DIOS narra los diversos esfuerzos realizados para dar a luz aquellos abusos, a la vez de ilustrar sobre los efectos de los traumas provocados en los sobrevivientes y sus respectivas familias en esta crónica sobre la resistencia, el poder de la movilización, la vergüenza y el miedo a dar a conocer los hechos ocurridos.

Francois Ozon plantea el drama como una crónica dentro de un espíritu documentalista que recrea la rebelión de una de las víctimas que, dándose cuenta que con un pedido de perdón no basta para resarcir la vergüenza ocultada durante tantos años. En consecuencia, decide continuar la lucha buscando a sus viejos compañeros de colegio con los que había compartido códigos de silencio, uniéndose para desmantelar dichos código y dar a luz aquellas verdades inconfesables que habían ocurrido durante su niñez.

No obstante la sinceridad y la nobleza del relato, el film cae en un alegato que termina resultando repetitivo, aunque esa repetición no hace más que enfatizar en los códigos de silencio que se ha impuesto la Santa iglesia Católica al respecto. Podría interpretarse como si los sacerdotes acusados estuvieran absolutamente fuera de la ley de los hombres y solo estuvieran condenados por su conciencia.

Dado que estos sucesos han ocurrido hace más de 25 años, las acciones legales están prescriptas. En consecuencia, los esfuerzos por obtener una sentencia judicial favorable a las victimas y/o poder condenar al sacerdote acusado ya no existe debido a que el periodo legal para reclamar justicia ha terminado. Solo queda el pedido de perdón de manera religiosa, el cual puede o no ser aceptado por la víctima, pero esta última nunca lograra una condena penal por parte de su abusador.

Cabe aclarar que en general, dado que los abusadores han continuado en su accionar, y dada la labor de estos grupos de damnificados, han continuado apareciendo casos similares que si han podido ser canalizados a través de justicia. No obstante ello, la Iglesia no denuncia los casos sino que son las propias víctimas las que lo hacen.

Incluso, el título original de esta película es la traducción de la frase francesa "Grâce à Dieu".Esta una frase que expresa el ex arzobispo cardenal Barbarin en una entrevista: "Gracias a Dios, estos eventos están sujetos a prescripción", dando a entender como una expresión de alivio de que el perpetrador ya no pueda ser procesado.

El film de Ozon es claro y contundente respecto a su denuncia. No obstante ello, el espíritu reiterativo de los casos, el estilo falsamente documentalista adoptado, la larga duración del film (137 minutos) atentan contra el hecho puramente cinematográfico a pesar de su clara e importante postura formulada.

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