martes, 12 de noviembre de 2019

SOLO UNA MUJER de Sherry Hormann


LOS MALOS EXTREMOS

Desde el inicio mismo del film, Aynur, magníficamente interpretada por la joven actriz Almila Bagriacik, nacida en Ankara y criada en Berlín, nos relata su muerte como consecuencia de un asesinato cometido por uno de sus propios hermanos. La película no solo es un relato sobre la intolerancia religiosa y racial, sino también es un alegato a favor de la libertad del individuo.

La familia de Aynur se ha establecido en Alemania y ha vivido en aquel país desde hace aproximadamente una década, manteniendo sus creencias y hábitos de vida a pesar del cambio de país. Ellos no han querido adaptarse al cambio. Han preferido mantener su identidad musulmana. No aceptan la libertad que ofrece un país como Alemania. Mucho menos sus costumbres y menos aún, el ejercicio de la religión en libertad.

Su inadaptación, posiblemente sea producto de una emigración forzada por las guerras y la violencia imperante en Oriente Medio. Es comprensible, que en esas condiciones el individuo busque preservar sus más íntimas creencias, pero también es lógico pensar que la decisión tomada implica un cambio que incluye normas y costumbres diferentes y que la tolerancia es un vehículo imprescindible para producir una adaptación no traumática al nuevo medio.

Aynur es una mujer que muere por amor. No por un amor romántico o idílico, sino por amor a su familia. Ella podría haberse mudado, escapar a otra ciudad, o llamar a la policía. Pero eligió tratar de hacer su vida.  Tal vez porque amaba a su familia, o porque no se animó a romper vínculos familiares, o porque no quiso sentirse sola. Simplemente, prefirió adaptarse. Profesar la religión como una cuestión personal, individual. Enamorarse de un alemán. Eso la transformará en víctima de la violencia familiar y en particular, la intolerancia religiosa.

Sherry Hormann, la escritora y directora de este film es una mujer nacida en los Estados Unidos pero criada desde los 6 años en Alemania.  Es conocida por películas hechas para televisión, en las que ha desarrollado una temática que mucho tiene que ver con la condición femenina.

Ahora tenemos la oportunidad de ver este excelente film suyo que se estrenó en Buenos Aires, breve, con una duración standard de 90 minutos, con un nivel de actuación excelente y una dirección precisa y clara de la Hormann. Un docudrama que se arriesga a mostrar el choque entre los valores humanistas occidentales y los valores de los musulmanes fundamentalistas inmigrantes. Un alegato impresionante a favor de la libertad religiosa y a la autodeterminación del individuo. Un film valiente y sincero. Muy actual y que explica en gran medida el porqué de mucha de la violencia que el mundo está viviendo.

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