LOS MALOS EXTREMOS
Desde el inicio mismo del film, Aynur, magníficamente interpretada
por la joven actriz Almila Bagriacik, nacida en Ankara y criada en Berlín, nos
relata su muerte como consecuencia de un asesinato cometido por uno de sus
propios hermanos. La película no solo es un relato sobre la intolerancia
religiosa y racial, sino también es un alegato a favor de la libertad del
individuo.
La familia de Aynur se ha establecido en Alemania y ha
vivido en aquel país desde hace aproximadamente una década, manteniendo sus
creencias y hábitos de vida a pesar del cambio de país. Ellos no han querido adaptarse
al cambio. Han preferido mantener su identidad musulmana. No aceptan la
libertad que ofrece un país como Alemania. Mucho menos sus costumbres y menos aún,
el ejercicio de la religión en libertad.
Su inadaptación, posiblemente sea producto de una emigración
forzada por las guerras y la violencia imperante en Oriente Medio. Es comprensible,
que en esas condiciones el individuo busque preservar sus más íntimas
creencias, pero también es lógico pensar que la decisión tomada implica un
cambio que incluye normas y costumbres diferentes y que la tolerancia es un vehículo
imprescindible para producir una adaptación no traumática al nuevo medio.
Aynur es una mujer que muere por amor. No por un amor romántico
o idílico, sino por amor a su familia. Ella podría haberse mudado, escapar a
otra ciudad, o llamar a la policía. Pero eligió tratar de hacer su vida. Tal vez porque amaba a su familia, o porque no
se animó a romper vínculos familiares, o porque no quiso sentirse sola.
Simplemente, prefirió adaptarse. Profesar la religión como una cuestión personal,
individual. Enamorarse de un alemán. Eso la transformará en víctima de la
violencia familiar y en particular, la intolerancia religiosa.
Sherry Hormann, la escritora y directora de este film es
una mujer nacida en los Estados Unidos pero criada desde los 6 años en
Alemania. Es conocida por películas hechas para televisión, en las que ha
desarrollado una temática que mucho tiene que ver con la condición femenina.
Ahora tenemos la oportunidad de ver este excelente film
suyo que se estrenó en Buenos Aires, breve, con una duración standard de 90
minutos, con un nivel de actuación excelente y una dirección precisa y clara de
la Hormann. Un docudrama que se arriesga a mostrar el choque entre los valores
humanistas occidentales y los valores de los musulmanes fundamentalistas
inmigrantes. Un alegato impresionante a favor de la libertad religiosa y a la autodeterminación
del individuo. Un film valiente y sincero. Muy actual y que explica en gran
medida el porqué de mucha de la violencia que el mundo está viviendo.
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