ESCENAS DE LA VIDA CONYUGAL
El cine francés se está colocando, post pandemia, en la delantera cinematográfica, no solo por cantidad sino esencialmente, por calidad de cine que está realizando. Esta nueva obra de Claire Dennis es una película para tener en cuenta, no solo por naturalidad sino también por la profundidad con que presenta a una pareja desgastada por el paso del tiempo y la rutina sino también por la calidad de la puesta en escena y sobre todo las actuaciones que llevan a cabo Juliette Binoche y Vincent Lindon que hace recordar a un maravilloso y exitoso film de Ingmar Bergman titulado en Argentina como esta misma crónica.
El nuevo film de la directora francesa, conocida por su trayectoria
y el interés despertado por algunas de su obras (Chocolate (1988), La Intrusa
(2004), Un Sol Interior (2017), entre
otras, se concentra y analiza la vida de una pareja adulta, que reincide en un
matrimonio donde la rutina se hace presente, derivando en una situación cercana
al cansancio y al hastío, lo cual genera el alejamiento y la ignorancia del
otro.
La trama transita de la rutina y la felicidad de todos
los días a una crisis existencial que se concentra en la descripción de esos
días donde la pareja entra en crisis como consecuencia del encierro (la
pandemia???) donde la repetición de las tareas hogareñas generan una situación de hastío que
inexorablemente conducirá a una crisis matrimonial.
Lo interesante del relato es la realista descripción que
Dennis realiza de la rutina, el hacer todos los días lo mismo, roto
repentinamente por la aparición de un viejo amor de ella, lo cual hace caer a
la pareja en un abismo emocional que deriva inexorablemente en una crisis
matrimonial. No obstante, darse cuenta de esa situación y buscar una salida con el propósito de
corregir la situación es el camino indicado y buscado. Pero nada podría
remediar la situación sin que existiera previamente un amor profundo que une a
la pareja.
El excelente guion de la propia directora, realista, directo
y conciso, va directamente a la cuestión que plantea, no se pierde en tiempos
muertos ni se distrae de su objetivo. Adicionalmente, la mano maestra de su puesta
en escena interpretada por dos actores dóciles, totalmente compenetrados en sus
actuaciones, vuelve a esta película en
una obra para tener muy en cuenta para pasar no solo un muy buen momento sino
también reflexionar sobre el estilo de vida desesperado que llevamos agobiados
especialmente por situaciones económicas, políticas o sociales que nos alejan
de la propia realidad del propio universo de la pareja o de la familia.
Película realista, equilibrada, con tema muy interesante
y sobresalientemente actuada es un plato fino que se destaca obviamente en una
cartelera veraniega que invita más a los grandes tanques que a una obra de
cámara.
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