UN SALTO AL VACIO
Estamos en los Alpes franceses. Una ventana se abre. La
cámara se detiene y observa el paisaje. Después se observa el vacío. Una figura
sobresale. No se sabe quién es. El cuerpo se precipita hacia abajo, pega contra
el piso, y el ser humano que lo habitaba pierde la vida.
Todo es nieve a su alrededor. Estamos en la casa de
Sandra, la mamá de Daniel, un niño de aproximadamente 12 años. La actividad humana
en la casa parece limitarse al matrimonio quela habita con su pequeño hijo. Alguien caerá
desde una ventana de un primer piso al patio de atrás. Lo que vendrá después es
una sospecha. Nadie vio nada. No hay vecinos ni testigos. Es un suicidio, un
accidente o un asesinato?
El film es un clásico ejercicio de estilo. Suspenso y
misterio. La policía es avisada y llega inmediatamente, pero solo se encontrará
con lo que ya se sabe. ¿Es un suicidio? ¿Se trata de un asesinato? ¿Es simplemente
un accidente? ¿Es, acaso, la imaginación de una escritora? Desde lo policial puede
ser cualquiera de esas hipótesis, pero toda esa intriga la trama se la
transfiere al espectador, lo hace responsable de encontrar una respuesta. Y en
ello radica toda la inquietud que genera la película.
La casa está aislada por la altura y la nieve. No hay
signos de violencia. Todo está tranquilo dominado por el paisaje blanco. Nadie
vio nada. La causa será investigada pero no hay sospechas ni certezas. Comienza
un juicio pero no hay pruebas. Todo serán conjeturas.
No hay pruebas de violencia física ni estados de ánimo
alterados, como tampoco, testigos. Ha
muerto una persona. ¿Es simplemente una caída casual, un mareo, una pérdida del
equilibrio, efectos de un remedio o una droga que ha generado un efecto contra
producente? ¿Se trata de un asesinato o de un simple accidente?
La policía tampoco llega a ninguna conclusión. Qué
relación había entre los tres habitantes de la casa. Acá sobrevuela la idea de la
verdad como algo indescifrable, que lleva a preguntarse “¿quién lo hizo?” imposible de determinar por el
camino de la lógica, algo que, lejos de lo muchas veces se piensa, tiene un
altísimo componente de subjetividad.
La película es un film de
suspenso que comienza por un crimen y continua por el porqué, pero lo cierto es
que ningún elemento nos da una pista. Todo se basa en la creación del suspensos
por el suspenso mismo, pero aparecen carencias, comenzando por sus
personajes y terminando por las cuestiones de la relaciones establecidas entre
los mismos. Todo se transforma en una incógnita.
El film s mantiene ese suspenso en forma permanente como piedra angular de un relato que
no conduce a nada. El crimen nunca será resuelto por la policía, pero tampoco
quedaran claras, si las hubieran, las relaciones inter familiares de los tres
personajes que atravesaron la pantalla más allá de la superficial descripción
de los mismos.
No obstante, atrapa desde su
comienzo mismo. En su trama no importa ni el quién, ni el
cuándo, ni el porqué. La cuestión es la creación y el mantenimiento de un suspenso
mayúsculo que logra atrapar al espectador sin nunca darle una respuesta más allá de aquellas
elucubraciones que el propio espectador podría darse a sí mismo. Transfiere a
cada uno de aquellos la obligación de encontrar una respuesta. Busca siempre su participación.
Y en ese sentido, se transforma en un entretenimiento muy interesante, obligando a cada uno continuar con
su análisis más allá de la salida del cine.
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