SENTIMIENTO DE PENA
Toda muerte nos causa pena, pero cuando se trata de una
vida joven y talentosa mujer, esa pena parece mayor. Es dificil medir la dimesion
de una muerte. Este es el caso de Amy Winehouse que, en estos días, se cumplen
10 años de su muerte, y en consecuencia, el cine la recuerda con este largometraje
inglés de carácter documental sobre su vida.
Amy falleció cuando tenía tan solo 27 años y se
transformaba no solo en una gran cantante sino que, de alguna manera,
reemplazaba y continuaba a alguna de las grandes cantantes de jazz que hemos
admirado en el pasado, tipo Billie Hollyday o Dione Warwick.
Hija de un inglés de clase media, muy apegada a su padre,
compartía su vida con su familia, hasta que conoce a Blake Fielder –Civil con
quien contrae matrimonio, y más tarde se divorcia. Según la película, ese
fracaso matrimonial, la lleva primero al alcohol y después a la muerte.
El film que la evoca
es apenas una excusa para recordarla. No es un gran film. Es más bien un
conjunto de videoclips que se transforma en homenaje, a través de una muy buena
recopilación de temas prolijamente editados. No aporta gran cosa respecto a lo
ya conocemos de ella. Su vida fue y sigue siendo un misterio.
Desde un punto de vista cinematográfico, podríamos
calificar la película como pobre. No hay nada que la distinga más allá de la
buena edición de la banda de sonido donde los ingleses siempre han dado catedra
al respecto.
Nacida en una familia de clase media inglesa, parece
haber tenido una crianza común, con una relación familiar estrecha, en la que
su padre parecía tener suficiente autoridad familiar para educar a sus hijos.
Sin embargo, su adicción a las drogas, aunque no sea
desarrollado como sub tema de la película, si bien es determinante de su
muerte, tampoco lo fue respecto a su carrera artística, dado que aún es
recordada por la calidad de su poesía y sobretodo, por su voz, que hacia
recordar a las grandes cantantes de jazz que sobresalieron en otra época, tales
como Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Dinah Washington, Nina
Simone o Peggy Lee.
No obstante, y más allá de lo musical, la película, si
bien no brilla como obra cinematográfica, puede verse con facilidad porque está
hecha con respeto y amor. Su corta vida también la vuelve icónica porque en muy
poco tiempo marco un estilo. El carácter
audiovisual de la obra, y su propósito evocativo busca retrotraer al pasado con
el objetivo de recordarla en una fecha tan significativa como la honrar 10 años
de su muerte.
La forma de video clips que dejan constancia de su obra
son las piedras angulares del este film. Dichos videos con sus canciones más
conocidas dejan grabadas su poesía y su voz artísticamente privilegiada.
Desde un punto estrictamente
cinematográfico el film tampoco muestra un standard superior a lo normal o ya
visto. Su voz era claramente su punto fuerte. Cantaba al mejor estilo de las
grandes cantantes de jazz. Lamentablemente, una personalidad bastante volátil,
una vida familiar muy arraigada, un marido que paso como un capricho de su vida
y sobretodo, una fuerte dependencia al alcohol apagaron su vida tempranamente.
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