sábado, 18 de enero de 2020

JOJO RABBIT de Taika Waititi


UNA OBRA CONCEPTUALMENTE DIFERENTE


Taika Waititi es un actor, guionista y director de cine neozelandés, hijo de padre maorí y madre irlandesa de ascendencia judía.  Debutó como cortometrajista en 2002 con John y Pogo, y en 2007 llego a su primer largometraje (Eagle vs. Shark), contando la historia de dos inadaptados sociales que intentan encontrar el amor. Taika Waititi es considerado una personalidad cinematográfica multifacética, teniendo su cine características originales e innovadoras.

Jojo Rabbit es su quinto y más exitoso largometraje. Además, es un film que no puede pasar inadvertido. Se trata de una obra irreverente, desprejuiciada, que desafía y provoca, y en algunos tramos, hasta descoloca al espectador.

La película no es una simple farsa más sobre el nazismo. Además, Waititi no pretende que su obra pase inadvertida. Su film intenta mostrar una visión del nazismo desde los ojos de un niño alemán de 8 años. Este niño ya ha perdido a su padre en la guerra. Su madre pertenece a la resistencia, y él intenta formar parte de las juventudes hitlerianas pero es expulsado por inepto.

Su capacidad de supervivencia pareciera estar relacionada con su propia manera de escapar de una realidad que está regida por la tragedia.https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif Su refugio será el propio departamento de su madre donde, además, encontrará escondida en un closet debajo de una escalera a una niña judía que lo dobla en edad. Ella será el vehículo indicado para que el niño tome contacto con la más cruel realidad.

Jojo vive en un mundo propio que crea como una autodefensa que lo protege de lo que lo rodea, es decir, la guerra en general y la persecución de judíos en particular. Vive en una especie de limbo que oscila entre la realidad y la fantasía tratando de absorber ese mundo desquiciado que es la caída de la Alemania Nazi derrotada por los ejércitos aliados que ya están al acecho sobre los límites de la ciudad tratando de tomar Berlín. Las últimas escaramuzas de una guerra despiadada.

En ese mundo imaginario crea una amistad con el mismísimo Hitler, al que invoca en diferentes ocasiones buscando en él un apoyo que, obviamente, nunca encuentra. Por el contrario, cada paso que da, lo acerca cada vez más a la realidad, y en consecuencia, a la verdad. Su primer choque será en un campamento infantil donde su incapacidad competitiva queda reflejada y es burlada en el desarrollo de destrezas infantiles, ente las cuales está la quema de libros.

Waititi maneja esta ida y vuelta entre realidad y fantasía infantil de manera despiadada, no solo dejando sin aliento a propia capacidad de escapismo de su personaje sino también al espectador. Su film es diferente a la mayoría del cine cómico que estamos acostumbrados a ver. De hecho, su visión nos retrotrae muchos años atrás, recordando a El Gran Dictador de Charles Chaplin, o a los años 70 con las primeras películas cómicas de Woody Allen (Bananas), o incluso alguna obra de Mel Brooks. Pero ninguna de aquellas viejas películas se aproxima mínimamente al desparpajo, a la crudeza, a la falta de piedad hacia su personaje que destila esta obra del director neozelandés que deja al espectador al borde del desconcierto.

Esta película es mi primer contacto con el cine de Waititi. No obstante ello, no puedo dejar de reconocer la originalidad y el atrevimiento de su propuesta. Su cine está repleto de apuestas innovadoras, tanto desde lo estético como de lo conceptual. Su cine toma riesgos en ambas dimensiones. Se trata de un director innovador que al revisar su filmografía hasta el momento, demuestra una enorme capacidad para manejarse tanto dentro de los géneros como fuera de ellos, con un estilo propio, muy personal, como hace mucho tiempo que no se veía.

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