martes, 28 de mayo de 2019

DOBLE VIDA de Oliver Assayas


FICCIÓN Y NO FICCIÓN
Esta película trata sobre la digitalización en la industria editorial, tratando el problema en forma de comedia ligera, con un toque de liviandad que oscila entre lo intelectual y el humor ingenioso.
El director francés Olivier Assayas (Nubes de Sils María, Las Horas del Verano, entre otras) reúne un elenco atractivo para dar vida a un par de parejas. Ellos son Leonard (Vincent Macaigne), su esposa Valerie (Nora Hamzawi), su amigo Alain (Guillaume Canet) y su pareja Selena (Juliette Binoche). Cada uno de ellos tiene una vida profesional relacionada con los medios de comunicación masiva: Leonard es un novelista semi-popular. Alain es su editor. Selena es una actriz con un exitoso programa de televisión, mientras que Valerie hace relaciones públicas para un político. También, como espectadores, somos testigos de cómo sus vínculos profesionales se convierten en personales.
Lo que interesa en el guión de Assayas son sus observaciones de cómo las formas modernas de comunicación afectan lo que cada uno hace en su trabajo. Libros electrónicos, redes sociales, blogs y programas de televisión son los nuevos ámbitos donde lo personal se encuentra con lo profesional. ¿Eso acaso anuncia el fin de la privacidad?
En este ámbito aparecen las novelas que Leonard denomina como “'Auto-ficción”, aquellas que tiene como base la propia vida del escritor. Esto, naturalmente, causa cierta fricción en el sentido de que todos sus conocidos pueden terminar siendo personajes de una novela de este tipo, y sobretodo, sus acciones.
Assayas es un cineasta ecléctico que ha hecho desde comedias de culto como Irma Vep, una moderna historia de vampiros a dramas personales como Nubes de Sils María, un drama intimista cuya protagonista es una actriz teatral en una crisis existencial. La inquietud que muestra en esta nueva comedia a veces se pierde en su naturaleza episódica, y en la falta de un enigma que implique una necesidad de resolución, lo cual parece a veces que la película va a la deriva. Pero esto es tan solo una apariencia. Assayas sabe perfectamente hacia donde se encamina y reconoce, y sin perder nunca el ritmo de comedia, que está desafiando con un modelo clásico de cine hablar sobre literatura y el valor de las palabras.
El desparpajo es lo que hace que Doble Vida sea una película agradable, su actitud hacia el romance, su aire de vodevil típicamente francés en el que reinan las aventuras extra matrimoniales y el cruce de parejas, hacen de ella un film siempre entretenido. Además de contar con un notable nivel actoral, en el que luce todo el elenco. El film nunca se acartona y en consecuencia, la trama se vuelve una comedia divertida. .
Desde su inicio, la película avanza a toda velocidad. Los diálogos son rápidos. Una distracción es fatal porque ello puede hacer perder el hilo de la película. El film utiliza ese ritmo y esa trama para reflexionar sobre un problema real. La digitalización. Es decir, el abandono del papel por los medios electrónicos.  
Cada vez se lee menos, y cuando se lee, la lectura se realiza a través de medios electrónicos y blogs. Los libros que se han puestos de moda están relacionados con la denominada “no ficción”, un tema que día a día acrecienta su audiencia. El film trata todo esto bajo lejos del discurso, bajo la forma de la típica comedia de enredos francesa.
Assayas plantea una discusión de temas de la actualidad en una forma no académica. No lo hace ni con un solemne discurso ni con un documental con opiniones de entendidos, sino a través de una comedia envuelta en una trama con algo de farsa, sexo y mucha inteligencia.
Si lo vemos así, el juego entre la no ficción y el uso de las palabras se vuelve un asunto muy interesante. En un plano del film, una conversación en una cena, resulta estimulante e intelectual. Pero en plano siguiente, vemos que el producto de aquella conversación es usada por el autor para escribir su libro de no ficción. Dado que nadie está libre de culpa, los personajes, comienzan a verse preocupados por no aparecer en un libro que pudiera desnudar sus intimidades. Uno de ellos afirma que cuando escribe “se siente mal”. Y su editor lo califica como "el peor vendedor” dado que vende menos porque “sus verdades” molestan a demasiado gente que termina por no comprar el libro. Ambos acuerdan que la no ficción son verdades escondida en un libro.
La realidad muestra que hay menos lectores, ha caído la edición impresa de libros, y que las formas digitales, junto a la popularidad de los blogs juegan en un debate de carácter generacional que produce un cambio / progreso respecto de las formas tradicionales. El hecho de que los libros y las bibliotecas se transformen en una reliquia del pasado es ciertamente una posibilidad pero que esos problemas, esas relaciones, esos personajes digitales tratados en forma de comedia es un gran acierto de Assayas, quien construye un film entretenido e interesante, evitando que la película se vuelva un discurso sobre una época. Por el contrario, Doble Vida es una comedia muy ligera que nos deja pensando.

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